Hell-o...

Hoy en día, la abstracción ya no es la del
mapa, la del doble, la del espejo o la del concepto.
La simulación no corresponde a un territorio,
a una referencia, a una sustancia, sino
que es la generación por los modelos de algo
real sin origen ni realidad: LO HIPERREAL..
Jean Baudrillard
Cultura y Simulacro (1978).

lunes

SINTESIS CAP 8 ¿QUE ES LO VIRTUAL?

8. La virtualización de la inteligencia y la constitución del objeto

El problema de la inteligencia colectiva

  • Si bien todas las personas son inteligentes a su manera, los grupos a menudo decepcionan. Se sabe que, en una muchedumbre, las inteligencias individuales, lejos de sumarse, tienden a dividirse.
  • Bastan algunas reglas correctas de organización y de escucha mutua para la valorización recíproca de las inteligencias en los grupos pequeños.
  • Uno de los mejores signos de la proximidad entre este mundo de la cultura y los colectivos inteligentes es su compromiso (de principio) a poner en entredicho el poder.
  • El problema no es saber si estamos a favor o en contra de la inteligencia colectiva, sino en elegir entre sus diferentes formas.

En el estadio

Michel Serres nos ha enseñado a leer en los estadios ciertos teoremas de antropología fundamental.

El vínculo entre los individuos deja de ser inalcanzable, por el contrario, vuelve a estar en las manos (o bien en los pies) de todos. La viva unidad de los jugadores se organiza alrededor de un objeto-vine u lo inmanente. Transitando por la curva de un ser circulante, de un centro móvil que designa por turnos a cada jugador como eje transitorio del grupo, el grupo inteligente de los futbolistas constituye su propia referencia. Los espectadores necesitan de jugadores, los equipos no necesitan al público.

Presas, territorios, jefes y sujetos

En algún sentido, la presa es un proto-objeto. La caza puede dar lugar a la cooperación. La presa capturada suscita rivalidades o combates.

La relación con el objeto es el resultado de una virtualización de las relaciones de depredación, de dominio o de ocupación excluyente. Él dedo designa la víctima, muestra el sujeto dominante, indica la presa o circunscribe el territorio. El idiota mira el dedo inventa el objeto.

Herramientas, relatos, cadáveres

Destaquemos la herramienta, el material o el artefacto que pasa de mano en mano durante los trabajos colectivos; los relatos inmemoriales que se transmiten, con la habitual de formación, de boca a oreja y de generación en generación, cada eslabón escuchando y contando, escuchando y contando; el cadáver durante y después de los ritos funerarios.

El objeto se reconoce por su poder de catálisis de la relación social y de inducción de la inteligencia colectiva. La inteligencia técnica y la cooperación para las herramientas; la inventiva colectiva de los mitos, de las leyendas y del folclore para la circulación de relatos.

El dinero, el capital

En un sistema capitalista la moneda constituye, sin duda, uno de los objetos más eficaces.

La moneda es la antítesis del territorio. Esto es lo que expresa de un modo ilustrativo el famoso adagio según el cual el dinero no tiene olor.

El dinero por medio de su circulación incesante convierte lo público en privado y lo privado en público, haciendo participar a cada cual de un modo diferente, en la inteligencia colectiva del mercado capitalista.

El dinero del mercado capitalista, en manos de miles de millones de humanos accionando tras de sí los medios de transporte y de comunicación, es realmente quien teje hoy en día la sociedad mundial.

La comunidad científica y sus objetos

La comunidad científica es otro ejemplo de colectivo inteligente unido por la circulación de objetos.

El juego científico, sin duda, está sometido a presiones económicas, sociales, políticas, sobre todo en lo que se refiere a los -medios- necesarios y a las –repercusiones- descontadas o efectivas.

Lejos de preexistir a sus –descubrimientos- o de constituir referentes trascendentes para verdades absolutas, los objetos de la ciencia son inmanentes a los procedimientos técnicos que los construyen, a los colectivos que los hacen circular.

El ciberespacio como objeto

La expansión del ciberespacio representa la más reciente de las grandes apariciones de objetos inductores de inteligencia colectiva.

Internet ha adquirido este carácter de no-separación al haber sido fabricado, extendido y mejorado por los informáticos, que al principio fueron sus principales usuarios. Crea un vínculo por el hecho de ser, al mismo tiempo, objeto colectivo de sus productores y de sus exploradores.

Si el ciberespacio es el resultado de una virtualización de los ordenadores, la autopista electrónica cosifica ese virtual.

La tecno ciencia, el dinero y el ciberespacio hacen del hombre un cazador, un propietario, un dominador más aterrador que nunca, pero los grandes objetos contemporáneos sólo le confieren estos poderes forzándole a vivir la experiencia propiamente humana de la renuncia a la presa, de la deserción del poder y del abandono de la propiedad. La experiencia de la virtualización.

¿Qué es un objeto?

El objeto marca o traza las relaciones mantenidas por los individuos, los unos con respecto a otros. Circula, física o metafóricamente, entre los miembros del grupo. Se encuentra, simultánea o alternativamente, en las manos de todos. Por esto, cada uno puede inscribir en él su acción, su contribución, su impulso, su energía. El objeto no sólo permite llevar el todo frente al individuo, sino que también implica al individuo en el todo.

El objeto sostiene lo virtual: desterritorializado, operador del paso recíproco de lo privado a lo público o de lo local a lo global, no destruido por su uso, no excluyente, traza la situación, carga con el campo problemático, el núcleo de tensiones o el paisaje psíquico del grupo.

La objetividad a escala del mundo sólo surgirá del cuidado de todos, de la circulación entre las naciones y de enclaustrar la humanidad en la cultura.

El objeto / el humano

Antes decíamos que la humanidad se había constituido virtualizando la violencia por medio del contrato, el aquí y ahora por el lenguaje y sus funciones orgánicas por la técnica. Ahora bien, el objeto, transversal, viene a ultimar y a unificar las tres virtualizaciones de la relación con los seres, de la relación con los signos y de la relación con las cosas.

Los objetos técnicos pasan de mano en mano, de cuerpo en cuerpo, como testigos. Inducen usos comunes, se convierten en vectores de competencia, mensajeros de memoria colectiva, catalizadores de cooperación.

Los objetos técnicos y los artefactos son el ligamento que mantiene a los hombres juntos e implica el mundo físico en lo más íntimo de su subjetividad.

No hay comentarios: